Los incendios de California sumaban ayer 40 muertos, mientras 11,000 bomberos combaten las llamas que han destruido al menos 5,700 construcciones y algunos de los miles de evacuados empezaban a regresar a sus casas.
Unos 864 km cuadrados de áreas residenciales, bosques y otras propiedades fueron arrasadas por el fuego desde el domingo pasado en la región del vino de este estado de la costa oeste de Estados Unidos, informó el cuerpo de bomberos, CalFire.
“Desafortunadamente el número de víctimas ha aumentado a 40 muertos. Se han producido avances en varios frentes y se han efectuado numerosas evacuaciones. El domingo por la mañana, unas 75,000 personas seguían evacuadas”, precisó la institución en un comunicado.
Más de 200 personas siguen desaparecidas.
Varias iglesias del norte de California, en Santa Rosa, Napa, Sonoma, Petaluma y Novato, son usadas como albergues para alojar a víctimas y como lugar de descanso de los bomberos, según el diario Sacramento Bee.
Los incendios de esta semana han sido los más letales en la historia de California, según las autoridades estatales.“Nunca había visto nada igual en este estado”, declaró el sábado a la prensa el gobernador de California Jerry Brown. “La devastación, el horror, los desplazados: es algo que ninguno de nosotros olvidará”, añadió.
Algunos californianos ya han empezado a criticar el silencio del presidente Donald Trump sobre esta tragedia.